Un cambio y seré solidario.

-¿Me lo dejas? -¡No ni en broma!-Dijo Carlos,-para que me lo rompas, paso.

Pedro se puso muy triste por la contestación de Carlos y se lo dijo a los demás. Pasaban los días y Carlos tenía muchos más juguetes y cada vez prestaba menos cosas a los demás.

Dos semanas después se fue del colegio porque habían despedido a su madre y a su padre del trabajo, y no les quedaba dinero para pagar la clase. Hasta tuvieron que vender algunos juguetes de Carlos.

Carlos aun así no prestaba ni una cosa de lo que le quedaba a sus amigos que iban a visitarle con dibujos y todo aunque Carlos no les estaba muy agradecido. Como sus padres no encontraban trabajo se tuvieron que mudar a otra ciudad. Carlos se puso un poco triste porque en el fondo le gustaba la compañía que le hacían sus amigos.

Una semana después sus amigos fueron a visitarle, Carlos estuvo muy agradecido esta vez e incluso les dio las gracias por la visita.

-Chicos, yo ya no tengo amigos por mi forma de ser, fui malo con vosotros y he pagado mi propia medicina os pido perdón.-Dijo Carlos.

Los amigos aceptaron las disculpas y se fueron después de jugar un rato.

En su ciudad planearon una cosa: reunir todo el dinero posible y recoger de esos papeles con el número de teléfono  de alguien que busca empleados.

Cuando consiguieron mucho dinero y dos puestos de trabajo fueron a entregárselo.  Al recibirlo la familia se puso contentísima, tanto que decidieron mudarse de nuevo a donde vivían antes y todo volvió a ser normal menos algo…

En el colegio los niños le pedían juguetes a Carlos y él los prestaba sin problema alguno.

Todos los años participaba en alguna actividad solidaria, ayudaba a recaudar dinero y otras actividades de ese tipo.

Se fue a otro país a iniciar un proyecto con fines solidarios, allí consiguió cumplir muchos sueños.